En la hora del recreo de un lunes, un grupo di niñas se reunen y se cuentan lo ocurrido en el fin de semana.
Mariana: ¡Hola Carla! ¿Como estás con tu novio?
Carla: Bueno... La verdad es que no muy bien, ayer se enfadó conmigo.
Sonia: ¿Que a pasado? ¡Si el otro día en el Alamiyo estabas perfectamente con él!
Carla: Si, pero mi novio me vio hablando con mi ex-novio y ya sabes lo celoso que es.
Mariana: ¿Pero no sabe que ahora es gay?
Sofía: ¡Si esta clarísimo!
Sonia: No se le nota tanto, ¡exagerada!
Carla: Voy a hablar con él después en la clase.
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Al cabo de dos horas, coincidieron en la clase de dibujo. El la miraba con cara de enfado y ella le intentó explicar lo que pasaba, pero solo llevó a una discusión subidita de tono '' ¡Que siempre igual, nunca piensas en mi!'', ''Si no puedes confiar en mi, ¡ lo mejor será que lo dejemos!.
Ella cuando acabo la clase salió disparada hacia su casa y empezó a llorar. Más tarde, Pedro su novio, la llamó por teléfono pidiéndole perdón:
Pedro: Carla siento lo de esta mañana, no me encontraba bien.
Carla: Avertelo pensado antes de decir todo aquello.
Pedro: Llevamos casi dos años juntos, no quiero fastidiarlo por una tontería. Perdóname por favor.
Carla: Lo siento por ti, la verdad es que llevo tres meses con otro chico. Él si me da lo que quiero.
Pedro: ¿Es Julio?
Carla: Estaba esperando una oportunidad para dejarlo, ya la tengo.
Carla colgó el teléfono feliz y volvió a su tarea, estaba leyendo uno de sus libros favoritos con Julio su hermano pequeño negro que hacía tres meses que le había adoptado.
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