Cuando vine al instituto pensaba en un comedor muy grande, muchas mesitas y sillas. . . Y claro, al ver que era una cafetería más bien pequeña, me decepcioné. Pero en realidad no está tan mal, hay tres ventanas y dos puertas; una de salida y otra de entrada (aunque no seguimos ningún orden), un apartado especialmente para comprar chucherías y bollerías y otro para comprar bocadillos, también hay mesas y unas cuanta sillas apiladas que si quieres utilizarlas tienes que cogerlas tu misma. Lo que le da vidilla a la cafetería es el ambiente y Blanca, que es la que se encarga de todo aquello. Ella raro es que no esté preparando un bocadillo para los alumnos o un café y una tostada para los profesores, y siempre lo hace de buena manera. Hace dos años que esta ''contratando'' a algunos alumnos de 2ºBCH para que le ayude con el trabajo.
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